BUENOS AIRES.- River cumplió con su parte al ganarle 1-0 a Quilmes como visitante pero se quedó con las ganas de al menos forzar un desempate frente a Racing, que le ganó con sufrimiento a Godoy Cruz y se consagró campeón después de trece años.
El mediocampista uruguayo Carlos Sánchez le dio la victoria al equipo de Marcelo Gallardo a los 37 minutos del segundo tiempo e instantes después el árbitro Patricio Loustau suspendió el partido debido a incidentes en la tribuna popular, informó DyN.
River debía ganar y esperar que Racing no lo haga en Avellaneda, pero la "academia" festejó.
De todas maneras, el equipo de Núñez cerró un muy buen año, en el que festejó en el primer semestre de la mano de Ramón Díaz y recientemente en la Copa Sudamericana.
En el primer tiempo River dominó el juego de principio a fin a partir de una mayor posesión de pelota, pero le faltó profundidad en los metros finales.
Quilmes apostó por intentar ser un equipo corto y jugar de contra, algo que casi le da resultados con un remate de Jonathan Zacaría que se fue desviado junto al palo derecho de Marcelo Barovero.
River falló en los metros finales y Cavenaghi, quien debía ser la referencia cerca del área, retrocedía demasiado para ser parte de la elaboración.
Sin embargo, el equipo de Gallardo estuvo cerca de abrir el marcador sobre el final, cuando Leonel Vangioni envió un centro de la izquierda y Sánchez cabeceó pero la pelota dio en Leonel Bontempo y se fue cerca del palo derecho.
En el comienzo de la segunda parte Quilmes tuvo la más clara con un pase entre líneas de Demelchori para Fernández quien tardó en definir y Barovero contuvo en dos tiempos.
River mantuvo la línea y se adueñó nuevamente de la pelota, pero otra vez careció de profundidad. Cavenaghi y Pisculichi probaron de afuera, pero la más clara la tuvo Rodrigo Mora, quien definió por encima del arquero y en la línea salvó Martínez.
El empate parecía imponerse, pero apareció Sánchez, quien construyo una gran jugada individual y sacó un preciso remate desde la derecha y la pelota se metió en el ángulo, dejando sin chances a Benítez.
De allí hasta el final, Quilmes buscó pero sin ideas y River defendió la victoria más cerca de Barovero.
El árbitro Loustau suspendió el partido a cinco minutos del final debido a incidentes en la tribuna popular.